Los vicios posturales como sujetar el teléfono con la cabeza y el hombro o colocar los pies debajo de la silla pasan factura a la salud

Sentarse correctamente, cambiar de postura cada 20 minutos o levantarse para caminar cada hora son algunos consejos

Por Gema García Marcos.

Estar sentado. Un gesto tan, aparentemente, inofensivo como cotidiano se ha convertido en una de las grandes epidemias globales que amenazan la salud de la población occidental. Nos pasamos ocho horas al día con las posaderas adheridas a la silla en el trabajo. Nos desplazamos de un sitio a otro en coche y, al llegar a casa, buscamos la desconexión ante la pantalla de la televisión, apoltronados en el confort de nuestros mullidos sofás. Sin darnos cuenta que, día a día, estamos modificando nuestra postura corporal original en busca de una supuesta comodidad que no hace más que maltratar nuestros músculos y articulaciones. Todo para intentar adaptarnos a una situación antinatural para nuestro organismo: el sedentarismo.

Y es que, aunque a algunos les parezca difícil de creer, nuestro cuerpo está diseñado para el movimiento. "Es imposible mantener la postura correcta durante las ocho horas que permanecemos sentados en la oficina", explica Iván Gonzalo, creador del sistema de entrenamiento Elements.

¿Cuáles son los principales vicios que adquirimos ante el ordenador? Muchos, y todos ellos nocivos para nuestro esqueleto. "Sin darnos cuenta, tendemos a echar la cabeza hacia adelante, forzando toda la parte posterior del cuello; encorvamos la espalda, enrollando los hombros hacia adelante y nos olvidamos de tensar el abdomen para proteger nuestra zona lumbar", enumera Gonzalo.

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